lunes, 13 de mayo de 2013

Capitulo 2-."Golpes y huida"

Caí de brazos abiertos a la cama. El diagnostico era positivo, Adrianne era una niña indiga, ¿como no lo supuse?. De igual forma no me lo esperaba.

La semana pasada había logrado llevar a Adrianne con un psicólogo, era inevitable que ella se resistiera a ir, pero al final había cedido. Tarde o temprano la iba a tener que llevar, su comportamiento ya hace tiempo que me extrañaba ¿quien a los 9 años es capaz de preocuparse tanto por no recordar cuanto es 8 por 7? Eso si que me había caído como piedra en la cabeza, pero a la ves fue lo que me hizo tomar la decisión

Las personas indigas no suelen ser personas enfermas; si no que son personas con una inteligencia mas elevada a la común para su edad, en este caso Adrianne es una niña indiga, de hay el echo de su preocupación en cuanto a sus calificaciones. Naturalmente el 30% de niños indigos a su ves suelen ser niños cristal: niños de alguna forma, muy delicados y a su ves difíciles de tratar, cualquier cosa es capaz de hacerlos lastimar, ocasionando así un cambio en su actitud, es decir, si esta sonriendo inmediatamente empieza a llorar

¿Como se supone que yo voy a poder tratar con eso?. (Tu nombre), Adrianne no esta enferma, eso solo la palabra que se le da a ese tipo de personas, ya deja de atormentarte; mi subconsciente me tranquilizo. Es que, ahora no se ni de que hablarle a Adrianne.

Me levante de la cama y me senté en la orilla de esta. Tome mi teléfono a un lado y marque el numero de Hadley. Mierda, ¡contesta mujer!

-¿Alo? -se escucho al otro lado de la linea-
-Hey, Hadley
-(Tu nombre) ¿que ha pasado? ¿te entregaron el resultado?
-Si, Adrianne es una niña indiga
-¡Oh, pero que bien! -exclamo-
-¿Bien?, ¡¿bien?! -¿eso le parecía "bien"?-
-¿Pero que te pasa mujer? ni que eso fuera algo malo
-Es que...

Hadley tenia razón, eso no era algo tan malo, creo

-suspire- ¿Has tratado con un niño indigo alguna ves?
-Pues, no directamente, pero he oído hablar de ellos y no veo que sea algo por lo que preocuparse
-¿En serio?
-Pues si

Durante un rato mas seguí hablando con Hadley, y lo que me había dicho era totalmente cierto: me estaba volviendo paranoica. Nuestra conversación telefónica termino, e inmediatamente volví a caer como muerta en la cama, hoy había sido un día totalmente agotador. De un momento a otro los parpados me empezaron a pesar, y mi cuerpo ya no respondía a mis llamados, luego solo recuerdo el fondo negro en mi cabeza.

Mis ojos se fueron abriendo, y aterrizaron en la ventana, desde donde se podía apreciar el cielo negro decorado con pequeñas luces blancas. Me levante estirando mis brazos, totalmente confundida en cuanto a la hora, por lo que veo dormí un largo rato. Me levante de la cama decidida a ir al baño y darme una ducha, me frote el rostro con las manos mientras bostezaba largamente, me quite los zapatos lanzándolos en alguna parte, junto con mi colección de ropa a un lado de mi cama, podría jurar que debajo de mi cama se encontraba Narnía.

Ya en el baño me di una ducha, en la cual dure un largo rato para que mi cerebro empezara a trabajar, era mas flojo que yo. Salí del baño y me vestí con lo primero que encontré y lo mas abrigado que tenia. La temperatura había bajado en estos días, ya nos encontrábamos varios grados bajo cero, naturalmente el sol ya no salia, solo uno que otro rayo otorgando el resplandor de la mañana.

Baje las escaleras para encontrarme a Adrianne viendo la televisión acostada cómodamente en el sillón. Bueno, llego el momento.

-Adria -llame su atención mientras me sentaba en el pequeño sillón individual a un lado de ella-
-¿Si? 

En otro caso hubiera negado con la cabeza por no mirarme mientras le hablo, pero en este caso prefiero que no lo haga.

-Ya me han dado el diagnostico -empece- y...
-Salio positivo, ¿cierto? -me robo la palabra de la boca- soy una niña indiga, ¿me equivoco?

Ok...esto ya me estaba asustando

-Em, no, no te equivocas. ¿Como lo sabes?
-se encogió de hombros- Lo supuse
-Ah, ya

Empece a recorrer el piso con la mirada sin saber de que hablarle a Adrianne, no quería que esto cambiara mi forma de ser con ella, ni su forma de ser conmigo. Algo cursi, pero ¿que mas se puede hacer? Adrianne es lo único que me queda, sin contar a Hadley. Sin ellas dos, estoy perdida

-¿Te preocupa mucho eso? -me pregunto-
-¿Eso, eso que?
-Eso, el que sea una niña indiga
-No, claro que no -trate de sonreír- bueno, tal ves un poco, pero no es nada malo. Por lo que me ha dicho Hadley las personas indigas son iguales que cualquier otra, solo que ese es el nombre que se les da por ser tan inteligentes
-Oh, creo que ya entendí -sonrió-

Listo, ahora mi conciencia al fin estaba tranquila.

-Bueno, creo que iré a dar una vuelta ¿vale?
-Ok -dijo- Pero sabes que hora es ¿no?
-No -pensé- Si, pero tranquila no tardare mucho

La verdad es que no tenia ni idea de que hora era. Tome mi habitual chaqueta de cuero y me la puse. Cerré la puerta a mis espaldas y metí mis manos en los bolsillos de los costados de la chaqueta. Viéndolo bien ya debería de ser media noche; las calles se veían totalmente vacías y solitarias sin contar los pocos ruidos que se escuchaban, las luces de los faroles ya hacían encendidas alumbrando escasamente la larga carretera, algunos murciélagos se podían ver pasar rápidamente por el cielo estrellado y perderse en la esquina mas próxima. Este ambiente me gustaba

Empece a caminar sin un rumbo fijo, metí una mano en el bolsillo lateral de mi chaqueta y tome uno de los cigarrillos que se encontraban fuera de su caja. Luego de haberlo encendido empece a inhalarlo en mi boca, mientras mi mirada ya hacia algo perdida recorriendo el lugar. Que yo recuerde, nunca había estado en este lugar de noche, al menos no sobria. 

Me detuve al ver lo que había descubierto; un parque. Empece a caminar lentamente observando cada detalle de este; a su alrededor se encontraban esparcidas algunas bancas, también se podían apreciar flores y arbustos de todos los tamaños y colores cubiertos por un fino manto de nieve blanca, y en el centro se podía ver una gran fuente echa completamente de mármol blanco, con dos pequeños ángeles rodeando la punta de esta con destellos en dorados, desde donde anteriormente salia una pequeña cascada de agua, la cual ahora se encontraba congelada en una posición irreversible, y mas atrás se podía ver un parque echo en madera.

Camine encantada de lo que se encontraba en frente, este lugar parecía mágico, de alguna forma u otra. Me acerque a la fuente y fui viendo detalle por detalle, era realmente hermosa. Seguí caminando pero esta ves hacia el pequeño parque infantil echo en madera. Con la punta de los dedos retire el manto de nieve blanca que se encontraba sobre uno de los columpios y seguidamente me senté en el. Me saque el cigarrillo de la boca, de el cual me había tragado casi todo el humo y lo lance al piso. Empece a balancearme en el columpio, convirtiéndome en una pequeña niña ¿hace cuanto que no hacia esto? ya ni recuerdo la ultima ves que toque uno de estos. El frió viento me pegaba en la cara, y me fue inevitable sonreír. Muchos recuerdos rondaban mi cabeza en ese momento

-¡Mas alto! -grite-
-¿Y si te caes, que vamos a hacer?
-Vamos papi, no me caeré
-Bueno. A la cuenta de uno...dos...¡tres!

Empujo mas fuerte el columpio, haciéndome volar en el aire. Las risas en ese momento eran tan comunes que no podía parar de hacerlo

-¡Que divertido! -grite para enseguida reírme-
-¡Agárrate bien!

Apreté mas fuerte el columpio.

De un momento a otro caí en la realidad; ya no era un niña pequeña, Jerad no se encontraba meciéndome en el columpio y mamá no se encontraba riendo con Adrianne en brazos sentada bajo la sombra de un árbol.

Prácticamente me lance del columpio y empece a correr a casa. Superar, olvidar, vivir; palabras que se dicen pero no se cumplen.

Llegue a casa y lance la puerta cerrándola tan fuerte, que me extraño que con la vibración del ruido no se hubiera caído algún vaso.

-¿Donde se supone que estaba la señorita? -una voz irónica y vibratoria inundo mis oídos-

Esto no podía ser cierto

-Que mierda te importa eso a ti, Jerad -el desafió y la rabia se notaban en mi voz-
-No-o -movió su dedo negativamente- así no se le habla a tu papa (Tu nombre) ¿donde están tus modales? -sonrió-
-Tu eres el menos indicado para recordarme eso. A parte, tu no eres mi papa -exclame-
-¿Que no soy tu papa? -rió- ¡claro que lo soy, niña! ¿que crees? ¿que viniste por arte de magia al mundo? -suspiro- recuerdo esos momentos en los que te cargaba y eras tan chiquitita

Que ¿ahora se pensaba poner todo cursi? 

-Vete a la mierda -gruñí-

Tense mi cuerpo para prepararme a subir corriendo las escaleras, pero apenas di tres pasos cuando Jerad me agarro del brazo fuertemente. ¡Mierda, ahora no!

-¡Joder, suéltame! -grite mientras forcejeaba tratando de soltar mi brazo de su agarre- ¡Maldición, que me sueltes!
-¡No, no lo haré! Eres una perra ¿sabes?

Que mierda, ¿me llamo "perra"? ¡Claro! ve quien viene a hablar

-¿Como mierda me has llamado? 
-¡Vamos Alarice! Tu lo has escuchado muy bien: PE-RRA, eso es lo que te dije

Durante unos segundos, sentí que el mundo se detenía, los relojes dejaban de moverse, el viento dejaba de soplar y las hojas dejaban de caer. Mi cuerpo no respondía. Me había llamado Alarice, y eso me había congelado la sangre.

-¿Porque esa palabra? -debatí- ¿porque "perra"? -mis dientes se empezaron a apretar automáticamente y pude sentir mi cuerpo calentarse de ira- ¡¿Que mierda te hizo ella para que le digas perra, maldito cerdo?!
-¡Me dejaste Alarice! -grito. Otra ves me volvía a llamar Alarice- ¡te fuiste! ¡me dejaste! no te hagas la que no lo sabe
-No te dejo solamente a ti -pensé- Suéltame o no me hago cargo de lo que pueda hacer, Jerad -cerré mis ojos y los apreté, no iba a llorar, eso no era para mi-
-¿Que, que me vas a hacer?, ¿pegarme? -rió- 

Levanto una de mis manos y las sostuvo en el aire

-¿Con estas manitas piensas pegarme? -volvió a reír- ¿sabes? mejor lo de pegar déjamelo a mi

Empece a temblar. 

Jerad en menos de un micro-segundo lanzo la botella que tenia en su mano izquierda, haciendo que esta se partiera en pedazos contra la pared. Pude sentir como varios vidrios se enterraban en mi pierna y mi ante-brazo. 

Aproveche el momento y con mis piernas como gelatina eche a correr hacia el piso de arriba. Podía escuchar a Jerad gritándome incoherencias y sus pesados pasos resonar en el piso. Cerré la puerta de mi habitación rápidamente, me apoye en ella a la ves que le pasaba seguro. Me detuve un momento a respirar, pero ese momento acabo en el que sentí a Jerad golpear y patear la puerta. Me moví rápidamente de hay y rodé la pesada peinadora de madera blanca trancandole el paso a la habitación. 

Me lance en la cama tapándome los oídos; no quería oír nada, no quería ver nada, no quería pensar nada. Lo único que podía querer en este momento era adelantar el tiempo, que el sol saliera, Jerad se fuera a trabajar como todos los días y esta mala noche ya haya sido digerida. Y si era posible, que un auto se estrellara contra el de Jerad y lo eliminara de mi vida.

De un momento a otro la peinadora se volcó, causando así un estruendoso ruido en toda la habitación y seguramente en toda la casa. El espejo de la peinadora se partió haciendo así que el vidrio con el que estaba echo volara en pedazos por todas partes.

Empece a temblar incontrolablemente; estaba muerta. Pude sentir los pasos de Jerad entrando en la habitación, con su fuerte risa reventándome los oídos, que sinico era. Me jalo por un brazo lograndome levantar de la cama con un solo movimiento, y seguidamente sentí su mano en mi cara, dejandomela seguramente marcada. Recibí otro golpe pero esta ves en el labio, ya podía sentir el hilo de sangre corriendo por mi labio cuando alcance a escuchar a Adrianne gritar mi nombre. No, no ¡no!

-¡Vete! -grite-
-¡Pero, (Tu nombre)! -su voz casi no se entendía, se quebraba en cada palabra y era difícil lograr hallar el significado de ellas-
-¡Que te vallas, joder!
-¡(Tu nombre)!

Otro golpe en el ojo por parte de Jerad

-¡Maldición, vete! -alcance a gritar antes de sentir un golpe en mi labio, en la misma parte en la que había sido el anterior-

Adrianne salio corriendo hacia su habitación, sus pasos eran tan rápidos que resonaban en el pasillo, y me pude dar cuenta cuando entro en su habitación y se encerró allí.

Con un ojo abierto y el otro cerrado y -sin duda alguna- moreteado, logre ver a Jerad; en su rostro no se veía rastro de compasión, y no parecía querer detenerse.

Logre ubicar con la mirada mi guitarra, la cual se encontraba en la pared a mi izquierda. Estire mi mano lo mas que pude tratando de alcanzarla, lo mas que alcanzaba a hacer era rozar mis dedos con su superficie plana. Agilmente me solté del fuerte agarre de Jerad y tome la guitarra en manos, a la ves que me volteaba y la sentía partirse en la frente de Jerad, el cual se veía decidido a agarrarme, golpearme e insultarme hasta dejarme inconsciente. 

Solté la guitarra horrorizada por el montón de sangre que se encontraba esparcida en el piso formando un gran charco rojo debajo de la cabeza de Jerad. Fue solo un momento, cuando todos los malos recuerdos y las imágenes de hace menos de cinco minutos regresaron a mi mente y mi cuerpo se volvió de piedra. De mi cara se borro cualquier rastro de expresión y sentí mi interior encogerse dando giros para luego detenerse.

Dando grandes zancadas camine hacia el armario, lo abrí y empece a lanzar al piso la ropa que hacia en este, en una esquina al fondo del gran armario logre encontrar mi maleta negra con azul, la cual llevaba un buen tiempo sin ser utilizada. Con leves golpes de mi mano le removí el polvo que se encontraba por encima de esta, la abrí y rápidamente empece a meter ropa sin ni siquiera ver que era lo que metía. La cerré rápidamente y la puse de pie a un lado de la puerta, tome mi bolso del instituto y le di vuelta haciendo que los cuadernos que hacían en este cayeran al piso arrugándose y doblándose  En el bolso empece a meter varias cosas las cuales se encontraban en mi peinadora y ahora en el piso. Rebusque en uno de los cajones de mi mesa de noche mi pasaporte y algo de dinero que tenia guardado ahí. También metí cosas como algunas pastillas, un par de zapatos y una foto ya algo antigua en la que se encontraba mamá sentada en la rama de un árbol con su cabello siendo alborotado por el aire que le pagaba de frente.

Me guinde el bolso en un hombro y tome la maleta con mi mano libre, para dirigirme con un paso rápido a la habitación de Adrianne. Iba a entrar cuando me di cuenta que la puerta tenia seguro y se encontraba trancada

-¡Adrianne abre! -le grite mientras tocaba seguidamente la puerta-

En pocos segundos pude oír como algo era rodado al otro lado de la puerta y luego la puerta era abierta por Adrianne, la cual tenia la cara roja y empañada en lagrimas. Al verme empezó a llorar mas fuerte aun, la entendía, era mucho en un solo día.

Saque una maleta color rosa que se encontraba debajo de su cama y la abrí para seguidamente empezar a meter ropa y todo lo que veía a la vista y que seria necesario. Cerré la maleta y la sostuve con el mismo brazo en el cual se encontraba guindando mi bolso.

Bajamos prácticamente saltando las escaleras. Busque en un cajón del aparador que sostenía a el televisor el pasaporte de Adrianne y un dinero que hace tiempo sabia que se encontraba hay, lo agarre y le dije a Adrianne que lo metiera en el bolso. Camine por el living con Adrianne siguiéndome desde atrás y tome el teléfono, que había dejado tirado en la entrada por lo sucedido anteriormente  Busque en la agenda de contactos el numero de Hadley, la cual luego de cuatro tonos respondió. Claro, estaba dormida, ¿quien va a estar despierto a las tres de la madrugada?

-¿Alo? -su voz sonaba ronca a través de la linea-
-Arma tus maletas, en diez minutos estoy allá -dije-

Sin necesitar mas explicación Hadley corto.

Monte las maletas en la parte de atrás del auto para luego montarme y arrancar el auto. Mientras iba manejando le eche una mirada a Adrianne, la cual se encontraba sentada con las rodillas pegadas al pecho en unos de los asientos de atrás, todavía seguía lloriqueando, y no era para menos. Pare el auto frente a la gran casa de Hadley, la cual justamente se encontraba saliendo por la puerta con dos maletas en mano. Rodeo el auto y monto las maletas en la parte de atrás del auto y luego los volvió a rodear para montarse en el puesto de co-piloto. Al abrir la puerta y verme la cara, por supuesto, se espanto, pero mantuvo la cordura y se quedo callada. Llegamos al gran aeropuerto y aparque el auto en uno de los puestos libres del estacionamiento. Baje y Hadley me ayudo con las maletas mientras Adrianne llevaba el bolso de mano.

Antes de entrar por la gran puerta de vidrio me tape la cara con la capucha de la chaqueta, permitiendo que la sombra que esto proporcionaba tapara mi rostro, para así evitar interrogaciones. Compre los tres boletos rumbo a California, a los cuales el avión estaba destinado a partir en trece minutos. Mientras la encargada de la administración de vuelos me entregaba los boletos me pude fijar en como trataba de ver mi rostro, sin disimular. Entregamos las maletas y nos dirigimos a unas sillas metálicas para siete personas.

Esperamos sentadas, en completo silencio, a que nos llamaran para abordar. Todo esto había sucedido tan rápido que no me había dado cuenta de la noción del tiempo en que ocurrían las cosas, durante un momento me encontraba en el parque y luego...

-Pasajeros del vuelo 122 rumbo a Los Ángeles, California, favor de abordar la puerta número 5 -se escucho a través del altavoz-

Cada una se levanto de su asiento y caminamos a la puerta, la cual daba a un túnel de paredes transparente para abordar el avión. Entramos y cada una ubicamos nuestros asientos; a mi me había tocado separada de Hadley y de Adrianne, las cuales se encontraban sentadas juntas en un puesto para tres personas. Me ubique en mi asiento, el cual daba hacia el lado de la ventana y me senté a esperar que dieran las instrucciones de vuelo para despegar en el aire. La voz de una mujer indico las instrucciones a la ves que anunciaban el vuelo.

El avión despego, adentrándose en las nubes del oscuro cielo. Repose mi cabeza en el respaldo del asiento, y mi mente -junto con el avión- empezó a volar, reviviendo los momentos de hace un rato, todo fue tan rápido. 

¿En que momento sucedió todo esto? Primero me encontraba en el parque y ahora en un avión, volando por las nubes, yendo muy lejos de casa. 'Yendo' no, (Tu nombre), 'huyendo', ese es el termino adecuado para lo que estas haciendo; me corrigió mi subconsciente.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Continuara~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Hola chicas! Como se pueden dar cuenta, estoy tratando de subir mas rápido  cada momento libre que tengo lo estoy aprovechando para escribir. Ok, lo admito, este capitulo estuvo algo corto, pero no le podía agregar mas nada ya que no quería arruinar la idea del capitulo.

Bueno lindas, he aquí el 'segundo capitulo' Espero y les guste:) ¡Gracias por comentar! :')

PD: "Se acerca la llegada del empresario:3"

-Comenten mucho. Se me cuidan. ¡Au revoir! (*u*)/



viernes, 10 de mayo de 2013

Capitulo 1-. "Empresario anónimo"

-¡Adria apúrate! -gritaba desde el auto- ¡Vamos a llegar tarde otra ves!
-¡Aja, aja! Ya estoy lista -se ubico en el puesto del copiloto y se abrocho el cinturón-
-Mierda Adria, es que tardas mucho...
-¡Vamos (Tu nombre)!, no me critiques que tu tardas mas cuando te bañas -se defendió Adrianne-
-Si pero es cuando no estamos apura...
-¡Si aja, aja! Ahora arranca

Solamente me limite a suspirar. Debía admitirlo, Adrianne aveces era difícil en estos casos.

Arranque el auto directo a la escuela en la que se encontraba estudiando Adrianne, esta se bajo y camino hasta la entrada, desde donde se despidió con un movimiento de manos. Agite mi mano de la misma manera y arranque el auto, pero esta ves dirigiéndome al instituto.

Al llegar a este, aparque el auto en el estacionamiento que se encontraba frente al gran instituto. Automáticamente, al bajar, me abrase a mi misma a la ves que cerraba mejor mi chaqueta; el clima en Londres estaba frió debido a que nos encontrábamos cursando los primeros días de Diciembre, y la verdad es que había un frió que te congelaba los huesos, cosa que para personas que les gusta el frió como en mi caso, toleran, pero que para otras personas es lo peor del mundo.

Camine hasta la entrada, donde -como todos los días- se encontraba Aldred, el portero de la escuela: un señor que se encontraba ya cruzando los 40 años en adelante, o al menos eso digo yo. Le salude con una leve inclinación de cabeza, honestamente no quería alejar mis manos de mi cuerpo. Seguí caminando por el largo pasillo de la entrada y entre por una ancha puerta que se encontraba al final de este, el ambiente adentro era mas cálido, debido a la calefacción que se encontraba encendida en el segundo piso.

Rebusque en uno de los bolsillos de mi chaqueta mi caja de cigarrillos junto con mi encendedor. De la pequeña caja saque un cigarrillo, le di fuego y lo lleve a mi boca, mientras que con mi otra mano la devolvía a su lugar. Subí por las escaleras al segundo piso donde seguí caminando por otro pasillo mas, dos puertas mas adelante me detuve frente a un bote de basura donde eche el ya gastado cigarrillo y entre por la puerta continua a esta a las clases de Historia de 'Mistress Dowellmain' o 'Señorita Dowellmain' cada quien la llamaba a su gusto. Adentro logre ubicar a Hadley con la mirada, estaba en el mismo puesto de siempre a un lado del mio, en el cual me logre sentar luego de un sermón por parte de mistress Dowellmain.


***

-Te tardaste -me regaño Adrianne mientras se subía al vehículo-
-Lo siento, mistress Dowellmain me ha puesto a escribir veinte veces "No debo llegar tarde a clases" en el pizarrón.
-Cada ves entrar al instituto de secundaria me va pareciendo mas aburrido
-¡Náh! Con el tiempo te acostumbras -me encogí de hombros- yo ya me acostumbre a tener que fumar a escondidas

Puse en movimiento el auto para dirigirnos esta ves a casa, aunque las ganas no eran muchas, ya tenia los dedos suficientemente cortados con esas mierdas de botellas como para seguir recogiendo el desastre de una persona que no era yo.

-Pero yo no fumo -Adrianne se acomodo mejor en el asiento-
-Pero...-pensé en algo que decir 'Cri, cri, cri' era el sonido de fondo que hacia mi subconsciente en mi cabeza acorde al fondo blanco que había en esta- después solamente te acostumbraras...
-Si tu lo dices...-la mire de reojo y esta solo se había dispuesto a mirar por la ventana-

No entendía los pocos ánimos de Adrianne en cuanto a entrar en el instituto, cualquiera niña cerca de su edad estaría fascinada solamente con pensarlo, tal ves sea ¿miedo? no, no creo que sea eso, aunque, viéndolo desde mi punto de vista, es una mierda.

-¡Eh, pero ¿adonde vas?! 
-frene el auto inmediatamente- Mierda -había seguido de largo dos casas mas allá de la nuestra- 
-Definitivamente, andas en las nubes -me critico enarcando las cejas-
-Vale, lo admito, ¡Si!, ando algo distraída -me defendí-
-¿Algo? si estuvieras 'algo' distraída -hizo comillas con sus dedos- no te estarían pitando mas de diez autos allá atrás -con su dedo pulgar señalo hacia atrás-

¡Mierda! en efecto: atrás de nosotras habían como unos diez autos pitando desesperadamente como lo que debía ser interpretado un "¡Muévete, maldición!". Inmediatamente puse en marcha el auto y gire pasando por el lado de cada uno de esos autos. Cuando íbamos pasando el ultimo auto dirigí una mirada fugaz a la parte trasera de este, un pequeño niño ya hacia pegado a la ventana sacándome la lengua, pequeño demonio, en ves de haberme avergonzado me dieron unas inigualables ganas de cortarle la lengua o arrancarle cada uno de esos dorados mechones uno por uno.

Estacione el auto frente a la casa para luego bajar y caminar a la puerta de entrada con Adrianne pegada a mi dándome un sermón que la verdad, no me apetecía.

-¡Adrianne ya cállate por amor a Dios! -le dije en un alto tono de voz, ya hasta me dolía la cabeza-

Adrianne sin dirigirme tan siquiera una mirada, entró. Entre y cerré la puerta, como me esperaba: botellas y vidrios ya hacían esparcidas por todo el área de la sala, incluyendo el living. Bufé, hoy no iba a recoger  nada, simplemente no me daba la gana.

Subí las escaleras hacia mi cuarto, trotando los escalones uno por uno. Al ya estar arriba observe con la mirada todo el segundo piso, la pintura de las paredes ya hacían algo desgastadas, convirtiendo así su alegre color verde en un verde vomito. ¡Diaj! Hasta la comparación me daba asco.

Eche una mirada a la pared del lado derecho y pude observar que la puerta de la habitación de Adrianne se encontraba semi-abierta. Camine lentamente hacia ella, ya estando parada al frente me asome por el pequeño espacio que daba la vista. Adrianne ya se encontraba cambiada con un short azul y una camisa de Minnie Mouse e intentaba hacer su tarea en su escritorio al frente de la ventana, la cual estaba rodeada de un tapizado color rosa desgastado junto con toda la habitación. Entre y me senté en la cama.

-¿Te ayudo?
-No, yo puedo sola -pude notar que en su voz se notaba algo de inseguridad, y contando que mordía el borrador del lápiz me di cuenta que no, no podía sola-
-Vamos Adria, ¿En que te ayudo?
-Es que, ¡Es increíble! -bufó- no recuerdo cuanto es 8 por 7
-puse los ojos en blanco. Recuerdo que yo a su edad aun estaba aprendiendo la tabla de multiplicar del 3- Em, ¿56?

Sin responderme anoto la cantidad en su cuaderno y siguió haciendo sus deberes. ¿Y ahora que le pasaba?

-Hoy voy a salir con Hadley, ¿quieres ir?
-No, bueno, si, pero no puedo ¿Te acuerdas de Julie Adsford?

El año pasado el grupo de primaria en el que se encontraba Adrianne había tenido una presentación en el Regent's Park sobre el medio ambiente, y Julie al terminar el acto le había aventado a una de las turistas una rana causando un gran revuelo. ¡Jaja!, debo admitir que me había dado risa, tanto como para escupir el refresco.

-Si
-Bueno, me asignaron hacer un trabajo sobre el reciclaje con ella para mañana y la muy bruta no ha echo su parte, así que la tengo que hacer yo -entrecerró sus ojos molesta, y sus mejillas se tornaron algo rojizas- ¡Nos lo asignaron hace dos semanas!
-Oh -emití un breve sonido- que mal -aunque, eso me había dado una grandiosa idea. Mentalmente sonreí maliciosamente por el pensamiento que se me acababa de ocurrir, tal ves un zorrillo le gustara como mascota a la 'bruta de Julie'-
-Olvídalo -espetó Adrianne- no voy a cometer ningún delito
-¿Uh? -pregunte con un sonido agudo de garganta-
-Se que estas pensando en algo malo, y no voy a hacer nada en contra de Julie, por muy tonta que sea -cierto, la podre niña no tenia la culpa de ser tan falta de cerebro, tal ves se había caído de la cuna al nacer- y tu tampoco ¿entendido?
-Pero...-me interrumpió-
-¡Ningún 'pero' y a vestirse! -no pudo evitar sonreír-
-Pero...
-me volvió a interrumpir- ¡A vestirse he dicho!

A empujones por parte de Adrianne salí del cuarto, y al estar completamente fuera pude oír como Adrianne soltaba una gran y larga carcajada desde su cuarto al menos se había divertido con nuestra platica, eso era algo bueno.

Fue directo a mi cuarto y camino a este revise la hora en mi celular. ¡Joder! ¡Era tardísimo!. Corrí hacia el cuarto y me quite la ropa apresuradamente ya estando en este. Cogí una toalla que había dejado tirada en la cama durante la mañana y corrí al baño, abrí la regadera dejando el agua a su estado natural y entre. Cuando salí del baño me fije en el reloj electrónico y había tardado trece minutos bañándome  ¡Wow, nuevo record!. Rebusque en mi armario algo que ponerme, saque un suéter holgado negro con unos pantalones rasgados y unos converses del mismo color. Peine un poco mi cabello desenredandolo por completo y cogiendo mi teléfono salí del cuarto.

Luego de avisarle a Adrianne que me iba salí hacia la entrada de la casa y me monte en el auto, arrancando hacia el centro comercial. Ya en este aparque el auto en uno de los puestos del estacionamiento y salí. No dure ni un minuto afuera cuando ya me encontraba dentro del auto buscando mi chaqueta de cuero gris, afuera estaba haciendo un frió de los mil demonios. Salí del auto y cerré completamente mi chaqueta para terminar de entrar.

Adentro se podía ver a la gente como hormigas en días de lluvia  las voces resonaban en las paredes causando así un ambiente algo estresante pero cómodo. Mi teléfono vibro en mi bolsillo, era un mensaje de Hadley:


 "Llegare algo tarde, la huesuda y Jhonson se están peleando y ya sabes como son" -decía el texto-

Hace unos años Jhonson, el padre de Hadley se había casado con una de sus asistentes y Hadley no la soportaba. El apodo de "huesuda" venia siendo por lo flaca que era, cualquiera diría que no tiene carne y que solo es hueso envuelto en piel. Aunque claro, para Jhonson era solo un matrimonio, y la fidelidad no era un pilar muy importante para el.


"Vale, te espero, mientras daré unas vueltas" -le tecleé en el teléfono para luego enviárselo-

Camine por uno de los pasillos del primer piso, mientras iba pasando lograba ver por el rabillo del ojo izquierdo tiendas de ropa, zapatos, perfumes, hasta que mi vista se detuvo en algo mas interesante; frente a mis ojos se encontraba un pequeño puesto en el cual se notaba exhibían revistas. Tips, farándula, combinaciones de ropa, bla bla bla. Cerré la pequeña revista que estaba viendo colocandola de nuevo en el exhibidor de vidrio, cuando la coloque, me fije que a su lado había otra revista que no había visto, y un articulo muy interesante se veía ya hacia en ella:
"Famoso empresario multimillonario crea una nueva cadena de hoteles cinco estrellas en seis países distintos".Pag. 36
Tome en manos la revista para leer completamente el articulo
 "El famoso empresario conocido por su exitosa cadena de hoteles y demás  acaba de anunciar la construcción de lo que sera su 'Próximo Az bajo la manga'. Aquí os dejamos la entrevista en exclusiva..."
Interesante...

-¡(Tu nombre)! -oí que alguien gritaba a mis espaldas-

Me sobresalte del susto de tal forma que se me cayo la revista de las manos. Cuando me gire vi que era Hadley la que interrumpía en mis pensamientos. Venia caminando dando grandes zancadas mientras se echaba hacia atrás su cabellera rubia

-¡Maldición Hadley!, ¡Me has dado un susto de muerte!
-Te he llamado mas de diez veces y nada que contestas -enumero con sus dedos- la película esta por empezar, ¡Y seguimos aquí paradas!

Cuando dijo esto ultimo bajo sus ya tres dedos utilizados para enumerar y me jalo del brazo. ¡Auch!

-¡Joder que me estas clavando las uñas! -me queje mientras intentaba zafarme de su agarre. Sentía que me clavaban pequeños cuchillos, algo así como dagas miniaturas-
-¡Shhh! -me mando a callar- He conseguido asientos en la ultimas fila y cuando entre para asegurar los lugares me he conseguido con una parejita de enamorados besándose justo en los asientos frente a los nuestros

Mentalmente, mi subconsciente se froto las manos divertida por el plan que ya se le había venido a la mente y que seguramente Hadley también ya había pensado.

-¡Camina mas rápido, que la película esta a punto de empezar!
-¡Pero tan siquiera suelta mi brazo para poder hacerlo mas rápido, mujer!

Hadley aflojo su agarre hasta que soltó mi brazo por completo y luego empezamos a correr hasta la sala correspondiente de la divertida película no-romántica para la que habíamos comprado.


***

-Y-y ¿Viste la cara que pusieron cuando les escupimos por detrás  -dijo Hadley para luego desconjonarse de la risa en el asiento de co-piloto del auto-
-me reí fuertemente pero de una manera controlada- ¡Claro que la vi!, ¿como perdérmela? ¡Y cuando se separaron y a la tipa le quedo toda la saliva en la boca! -volví reír-

Mientras veíamos la película, pudimos notar que la 'parejita de hechizados' como los había nombrado Hadley -debido a que parecía cosa de brujería que unas personas estuvieran 'tan enamorados'- seguía besándose frente a nuestros ojos. Primero comenzamos lanzandoles cotufas, luego fueron gomitas y al final habíamos terminado escupiéndoles el refresco, y lo que daba mas risa al recordar era que cuando la chica pelirroja se había separado de la boca del que debía ser su novio ante lo que acabábamos de hacer, lo había echo tan rápido que la saliva le había quedado guindando sobre sus hinchados labios. Oh-ou, si seguía riéndome como lo estaba haciendo ahora iba a terminar estrellandome contra un árbol.

-trate de calmar mi respiración- Por cierto, ¿todavía tienes la dirección que nos dio el tipo de la pizza? -pregunte refiriéndome al repartidor de pizza a domicilio-
-Si, ¿porque?
-No se, estaba pensando en que vallamos hoy, ya que es viernes
-¡Si!
-Bueno, dame la dirección

Conduje hasta la dirección que se encontraba anotada en el pequeño papelito arrugado. Aparque el auto en un puesto disponible frente al gran lugar, vaya que el dueño si que debía de tener dinero.

-Hey, ¿no tienes otra chaqueta?
-Si -dije, y con un movimiento de cabeza señale hacia el puesto de atrás- la que esta en el piso, de color negro

Hadley se levanto de su asiento y se paso a la parte trasera del auto, luego levanto su mano mostrando la chaqueta que ya había encontrado. Seguidamente las dos bajamos del auto entrando así a lo que debía ser un paraíso adolescente

Adentro, todo era mucho mejor de a como lo imaginaba, en las paredes resonaba la música que se encontraba sonando, el lugar estaba decorado con luces de colores que se movían de un lado a otro y, ¡Oh mierda! En toda una pared se encontraba extendida la barra que podría asegurar contenía cada botella de alcohol existente.

-¡Oh, shit...! -mascullo Hadley- ¡Esto es el paraíso!
-Lo mismo digo
-¡Ven, vamos!

Me tomo del brazo arrastrándome hacia una mesa que daba una excelente vista a la pista del baile donde muchas personas mas bien parecía que estuvieran haciendo una especie de baile erótico, al parecer a Hadley se le estaba haciendo costumbre jalarme por el brazo ¡Au, au, au, mierda me entierras las uñas!

-Oh Dios, aun no supero que este lugar sea real -podría jurar que le brillaban los ojos-
-Pues superalo Hadley -me acomode en el sillón tipo puff y monte los pies sobre la mesa- es solo un simple bar, discoteca, como le quieras llamar
-Quiero ver que hay de bebidas, ¿crees que por aquí también la vendan?
-Pues -busque con la mirada- seguramente si, aunque no vea a na...-fui interrumpida-
-Disculpen señoritas -un chico moreno con ojos café claro se había acercado a nuestra mesa- ¿hay algo que yo les pueda...dar?

Esta ultima palabra la había pronunciado con una voz extremadamente misteriosa, ¡oh, si! gran comparación (Tu nombre), mi subconsciente -como todos los días- irrumpió en mis pensamientos.

-¿Como qué? -pregunte, ya sabiendo lo que era-

El moreno metió una mano adentro de su chaqueta, y con la punta de los dedos nos mostró la punta de una pequeña bolsa en donde se veía lo que había dentro era polvo blanco. Justo lo que imagine.

-Oh -exprese- ¿Y en cuanto nos la dejarías?
-Pues -pensó- por ser su primera ves en este lugar, no les cobrare

No era estúpida, conocía muy bien a estos tipos. Al igual que en las películas suponía que cuando un narcotraficante te dice "No te cobrare" se refiere a que no lo era con dinero, pero luego te cobran de una forma distinta a lo común  algo así como que abusen sexualmente de ti, o que te persigan por todo un callejón oscuro hasta que aparece un paredón en tu camino y te dicen "Fue un placer haberte conocido linda" y luego te meten un tiro en la cabeza. Estas exagerando (Tu nombre), mi subconsciente me detuvo antes de que terminara relatando toda una película no-real

-enarque una ceja- ¿Seguro que no nos cobraras?
-Por los momentos no, pero ten por seguro que cuando le vuelvas a comprar te cobrara mas de lo debido -dijo el acompañante del joven traficante-

Este abrió los ojos inmediatamente cuando se dio cuenta de lo que había dicho el joven, al parecer le había tumbado el plan. De una forma no muy bien disimulada le dio un codazo en las costillas, provocandole un pequeño quejido al chico a su lado

-No le hagan caso -su nerviosismo se notaba- es nuevo y, em, ve muchas películas
-Vale, no te preocupes
-Tengan

El moreno nos lanzo unas de las diminutas bolsas en la redonda mesa y luego agarrándole la mano a su acompañante salio casi corriendo desapareciendo de nuestra vista, pero mas atrás por una puerta con el letrero de "Salida de emergencia" se les podía apreciar teniendo una discusión.

-Hadley rió- ¿Viste a ese par de imbéciles?
-Imbéciles y todo lo que se le parezca

Un rato mas tarde nos llego un mesero encargado de nuestra mesa, con varias bebidas. Si, hasta meseros tenia el puto bar.

Hadley rompió una bolsa de polvo blanco y seguidamente la vació en su copa de vodka para luego hacer lo mismo con el mio.

De mi chaqueta saque mi caja de cigarrillos, para así sacar uno, encenderlo e inhalarlo en mi boca. Le pase uno a Hadley

-¿Sabes (Tu nombre)? Deberíamos venir para acá mas seguido
-Claro, entonces ve a ver como hablas con mistress Dolwellmain para que termine las clases de una puta ves  
-Mejor déjalo así

El tiempo corría y nosotras todavía nos encontrábamos en el bar. Hadley por su lado ya estaba -lo que se notaba a kilómetros- totalmente ebria; estupideces eran lo que salia de su boca, la mayoría de las veces decía cosas que no lograba entender o simplemente tarareaba canciones que dudo que existen, sin contar que se reía cada cinco minutos. Yo, bueno, no estaba lo que se podría decir 'completamente ebria' aunque debía admitir que el alcohol y la droga empezaban a hacer su efecto

Unos tipos extremadamente altos vestidos completamente de negro se nos acercaron, para luego mandarnos a retirar del lugar. No me negué  y mucho menos los insulte, estaba cansada, semi-drogada, con una ebria que se ríe por todo, y un accidente automovilístico no creo que sea muy bueno en estos momentos.

Con ayuda de uno de los tipos de negro logre montar a Hadley en el auto, la cual se había quedado dormida al apenas sentir la tela del asiento. Rodeando el auto me monte, lo encendí para luego arrancar y encender la calefacción, el frió había aumentado durante el tiempo que habíamos estado dentro.

Londres se veía totalmente muerto a estas horas, tal ves se veían como uno o dos carros pasar, pero nada mas. Los faroles iluminaban las calles con sus luces titilantes anunciando que necesitaban un mantenimiento. Pero algo que si daba escalofríos eran los arboles, que alumbrados por la poca luz te daban la sensación de que cualquier cosa hubiera podido suceder hay a tales horas.

Mientras conducía eche una mirada rápida a través de la ventana hacia mi izquierda, y hay hacia un árbol ya sin sus hojas. Volví la vista a la carretera y me puse a pensar en las posibilidades de que hay hubiera podido suceder un asesinato; un disparo, una navaja cortando la garganta de otra persona, golpes a la cabeza... Muchas eran las formas de cometer un delito de tal gravedad

Aparque el auto en el estacionamiento y lo apague para bajar y entrar de una buena ves. Una ráfaga de viento se dio lugar y frote mis manos contra mis brazos envueltos en mi chaqueta dándome calor a mi misma. Corrí hasta la puerta la cual estaba medio abierta y entre cerrándola por completo. Me voltee y al igual que en la mañana, las botellas se encontraban regadas por toda la alfombra, pero esta ves había algo mas acompañándolas: Jerad se encontraba profundamente dormido boca abajo en la alfombra.

Con un paso poco coordinado camine hasta el, me incline ligeramente hacia el observándolo desde arriba, viéndolo como desde hace un tiempo no lo hacia. Automáticamente me enfade, sentí que el cuerpo se me tensaba y mi subconsciente malvada me otorgaba varias ideas que poder cumplir.

Una sonrisa de lado se fue formando en mis labios. Sin cambiar de posición empece a hacer movimientos con mis boca juntando así cada gota de liquido que hacia en esta. Incline un poco mas mi cabeza y le escupí en el rostro cada parte de saliva recaudada. Listo, misión cumplida.

-Buenas noches papi...

Enderece mi espalda y como pude subí las escaleras hacia el piso de arriba con el objetivo de llegar a mi habitación sin caerme por las escaleras o partirme el cráneo chocando contra alguna pared.

***

Lentamente abrí mis ojos para luego volverlos a cerrar rápidamente ¡joder la luz me va a quemar los ojos!. Frote mis manos contra mis ojos para permitirme así una vista mas clara y menos borrosa. Levante un poco mi cabeza para buscar las sabanas, era eso o que me convirtiera en un gran cubo de hielo

¿Que mierda...? Recorrí la habitación con la mirada para darme cuenta de que mi cama estaba justo frente a mis ojos. ¡Por la mierda! En la noche al entrar me había caído cruzando la puerta, si, pero recuerdo que luego me había levantado y...No, no lo recuerdo

Me levante de una forma que desde mi punto de vista parecía la parte de una película en cámara lenta. Joder, la espalda me había quedado echa trizas

Camine hasta el baño arrastrando los pies, me sentía como un zombie. Me mire en el gran espejo que había en este, creo que mis ojeras no se lograrían tapar ni aunque me echara todo el maquillaje que tenia, mis labios agrietados ni aunque tomara agua cada cinco minutos, y mi palidez ni aunque me bronceara con rayos ultravioleta. 

Luego de cepillar mis dientes y lavarme la cara con agua extremadamente fría baje a la sala; en la casa no se escuchaba ni el mas mínimo ruido, Adrianne debía estar dormida, Jerad al parecer ya se había ido, y los perros del vecino como que no tenían muchas ganas de ladrar hoy. Salí por la puerta de entrada al mismo tiempo que me arrepentí de haberme quitado la chaqueta, con mis manos pegadas a mis brazos camine hacia el auto, el cual ahora que me daba cuenta, se encontraba montado sobre la cera. Abrí el carro por una de las puertas de atrás para lograr ver a Hadley, la cual ya hacia con sus alborotados cabellos en la cara, la boca abierta, y su mano derecha balanceandoce en el aire desde el asiento. La moví por el brazo; nada. Suspire, vaya que esta mujer tenia el sueño pesado. La moví mas fuerte y al darme cuenta que aun seguía sumergida soñando quien sabe que tome aire llenando mis pulmones para luego soltarlo gritando fuertemente su nombre en su oído.

Hadley se levanto al tiro golpeándome fuertemente la frente con su cabeza. Eso dolió

-¡Joder (Tu nombre)! -grito somnolienta- ¿Acaso quieres matarme? ¡Oh mierda mi cabeza! 

Se llevo una mano a su frente la cual sobo a la ves que apretaba los ojos fuertemente formando pequeñas arrugas alrededor de estos. Sinceramente no sabia exactamente por que le dolía la cabeza: por todo el alcohol que había consumido anoche o por que casi se partía el cráneo con mi frente.

La tome por un brazo y con casi todo su peso recargado en mi, la logre adentrar en la casa, en donde, pensándolo bien, debería encender la calefacción. La deje en la puerta del baño que se encontraba por el pasillo al lado derecho de la cocina, le lance una toalla color azul que se encontraba en el gran escaparate de madera a un lado de la puerta y me dirigí a la sala. Me lance de brazos abiertos en el sillón demostrando mi agotamiento, al menos no tenia esa resaca, que muy bien y conocía venia con ese dolor de cabeza de los mil demonios. 

Como un fantasma Adrianne se apareció estirando sus brazos mientras bostezaba largamente para luego frotar sus ojos.

-Hey -le salude-
-Hey -respondió- pensé que seguías dormida
-Lo mismo digo de ti

Camino hacia la cocina de donde volvió con un vaso de agua en su mano. Tomó un sorbo

-¿Hadley no se quedo aquí?
-No -me miro extrañada- se quedo en el carro
-rió- ¿Y eso como por que?
-¿Acaso sabes cuanto pesa? Con decirte que toma mucho calcio y sus huesos parecen bates de béisbol creo que es suficiente.

Desde que conocía a Hadley siempre había tenido huesos extremadamente gruesos, y a mi parecer eran los que le proporcionaban el peso a su cuerpo, ya que gorda, en efecto, ella no lo era. La comparación de los bates de béisbol me la había dicho ella, explicándome que su mama le solía decir así a su ves por la cantidad de calcio que consumía. Recuerdo perfectamente que una ves le había preguntado el porque de su 'adicción' -si así se le puede llamar- al calcio, y ella solo se excusaba con un "Es que tenia buen sabor, era de frambuesa"

-Ya vengo -Adrianne se levanto del blanco sillón individual y desapareció de mis vista en el momento que cruzo la esquina que daba a uno de los pasillos-

Me acomode mejor en el alargado sillón y monte mis pies en este cruzandolos de una forma no muy señorial, puse un brazo a mis costados y tome el control del gran televisor para empezar a cambiar los canales; bla bla bla, novela, documental, bla, vídeos, y mas 'bla'. Deje de presionar el botón dejando el canal de noticias puesto. 
"Hasta los momentos, esto es lo único que nos ha querido decir, aparte de que esta nueva obra vendrá con muchas otras construcciones, que sin duda alguna, nos dejaran a todos con la boca abierta -decía una mujer, totalmente operada, sin duda- Se dice que esta nueva cadena de hoteles comenzara a ser inaugurada en diversos lugares en unos meses, aun no hay una fecha especifica"
Al parecer a este tipo me lo encontraba en todas partes, claramente me pude dar cuenta que era el mismo del que se hablaba en la revista.

"En otras noticias, el avión que partió de Suiza a Italia la noche pasada se ha encontrado estrellado en..."

La señorita operada fue interrumpida en el momento en que apague el televisor sin darle tiempo de siquiera terminar la frase. Este tipo de cosas me traía recuerdos no deseados. Las voces empezaron a sonar en mi cabeza "Pero, ¡es que tu no te puedes ir y dejarme así!" "¡(Tu nombre) entiéndeme, joder!, ¡no te estoy dejando!, nunca lo haría, tu sabes que volveré, es solo, un tiempo..." "Pues no quiero que ese tiempo se dé"

Mis ojos me empezaron a picar inmediatamente y el conocido nudo en la garganta se fue formando. Respire hondo y expulse el aire desatando ese nudo molesto e incomodo que hace que se te acumule la voz en la garganta y en menos de un segundo se te agüen los ojos. Por no querer dejarlo ir, se fue, y lo perdí.

Mi cabeza se fue acumulando de recuerdos, que como flashes de cámaras venian y al instante desparecían dando entrada a otros mas, su cara estaba en cada uno de ellos, nunca lograría olvidar esas facciones, y ese acento que me daba tanta risa. Sentía que habían instalado una bomba nuclear en mi cabeza y que de un momento a otro iba a terminar explotando como ya se tenia previsto

Decidida a dejar de darle tantas vueltas al tema me levante del sillón, camine a la cocina, saque unos sándwiches que había dejado envueltos el día pasado y los metí en el microondas. Mientras estos se calentaban me serví en un vaso de vidrio jugo de naranja bebiéndomelo al tiro. El microondas sonó y deje el delicado vaso en el cenador para dirigirme a sacarlos. ¡Maldición, me queme! Deje el plato rápidamente en el cenador para mover mis dedos con rapidez para que el ardor desapareciera

-Al parecer hoy andas en las nubes 

Hadley, la cual ya se encontraba vestida con un largo pantalón de tela color negro y un grueso suéter de color azul oscuro que había dejado aquí la ultima ves que había venido, interrumpió mis ya desviados pensamientos 

-Se podría decir que si...-dije y ella sonrió-

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Continuara~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡Hola chicas! ¡ Discúlpenme, discúlpenme, discúlpenme!  Sinceramente, no había tenido el tiempo suficiente como para tan siquiera terminar el capitulo, y cada ves que terminaba uno no me gustaba, ¡Toda mi lista de entradas esta llena de "Capitulo 1-."! ¿Lo pueden creer?

Bueno, en este capitulo he tratado de definir la personalidad de (Tu nombre): su modo de tratar a las personas 'según su categoría' por decirlo de alguna manera, su forma de ser con Hadley y Adrianne, y a la ves su extraña manera de pensar. Por eso es algo...aburrido e.e

PD: "Lamentablemente, he empezado los exámenes finales y tal ves tenga menos tiempo:( pero tratare de publicar lo mas rápido que pueda"

Sin mas que decir, me despido. ¡Gracias a todas por sus comentarios=D! 

-Comenten. Se me cuidan. ¡Hasta el próximo capitulo! (*u*)/